La Chimenea

Entre las cosas que nos gustaron al mudarnos a esta casa estaba la chimenea. Noches en frente del fuego, calorcito y además calor neutro en carbono. El problema fue cuando empezó a salir el humo al salón. No era normal, estabas tranquilamente en el sofá, y de te dabas cuenta de que estaba saliendo todo el humo, te picaban los ojos, y corriendo a abrir las ventanas. Tener las ventanas abiertas para poder respirar cuando esta nevando es una sensación muy rara, algo teníamos que hacer. Como solución estuvimos buscando un cassette, pero esto tardaría y además los que vimos con instalación eran unos 2000€. Probé un barrita limpia chimeneas a ver si era que estaba esto bloqueado. Estas barritas son un tubo de plástico que lo pones tal cual en el fuego y se supone que limpia.

 



La chimenea con la barrita para limpiarla.



Al poner la barrita no pasa nada, lo cual siempre es, en mi caso, razón suficiente para empezar a pensar que o yo he hecho algo mal (y solo era ponerla en el fuego) o que la barrita está mal y que esto es un timo y a quien se le ocurre pensar que esto iba a funcionar. De repente te das cuenta que la barrita empieza a derretirse, y de golpe empiezan a salir llamaradas de colores, tan grandes que empieza uno a pensar donde esconderse y si hay algún extintor por la casa. Al cabo de un par de minutos ya no pasa nada mas y se supone que ya esta la chimenea limpia. Y la pregunta del millón, ¿funciona? ¿Mejoró el tiro de la chimenea? Pues bien, la verdad es que no. No cayo nada de hollín de la chimenea, ni al asomarse parece que hay menos, ni la chimenea tira mejor ni nada.

 

Por eso decidimos llamar a los profesionales. No se que me imaginaba, pensar que iba a venir un inglés muy alto, con una escoba muy larga y que se pusiera a bailar, a cantar canciones y que conociera a Mary Poppins tal vez era un poco exagerado, incluso para alguien como yo. En fin, los dos chicos que vinieron (sin escoba, tenían la cabeza de la escoba en un cable para que fuera algo flexible) hicieron un buen trabajo. Eso sí, era de esa gama de gente que piensa que hablar es demasiado esfuerzo y que si no dicen nada a lo mejor pueden seguir trabajando tranquilamente. Les tuve que preguntar tres veces si la chimenea estaba muy mal antes de que dijeran, "Sí, tenia mucho." En fin, aparte de lo charlatanes que eran sacaron de la chimenea un montón de hollín y lo que al parecer era un nido antiguo (pajas y tal, pero, menos mal, ningún pájaro ni huevo ni nada así). 



 Y la misma pregunta de antes, ¿funcionó? ¿Mejoró el tiro de la chimenea? Y esta vez la respuesta es sí, tira que da gusto, no nos entra el humo ya y da gusto encender la chimenea. Ahora solo hay que abrir una botella de vino y disfrutar.