Saturday 30 April 2011

Gel de ducha

Cuando Homer Simpson enseñó a Bart a afeitarse le acabo diciendo algo así como:

"Y ahora cortas pedacitos de papel higiénico y te lo pones aquí, aquí, aquí y aquí. La sangre los mantendrá en su sitio"
No voy a decir como se afeita uno, pero sí, como Homer, voy a decir algo, que me sale mal, y luego os diré como arreglarlo.

Lo que me sale mal es el gel de ducha. Me sale mal pero luego lo arreglo y al final la verdad es que creo que es mejor. Pero vamos por partes. El método por cierto lo modifiqué de la revista Integral.

Receta de Gel de Ducha. Necesitaremos:

Un botella de plástico de 1.5litros
1l de agua sin cloro (ver mas abajo)
25g Sosa Cáustica
125ml Aceite de Oliva
Aceite Esencial (opcional)

Para conseguir agua sin cloro hay varias formas. Se puede recoger agua de lluvia (personalmente solo usaría agua de lluvia directamente del cielo y no agua que halla limpiado parte del tejado y del canalón antes de ser recogida. Esa agua la uso para regar y otras cosas, pero no para el gel), o comprar agua destilada. También se puede (y es lo que suelo hacer) llenar un recipiente de agua del grifo, y dejarlo destapado unas 24hr para que el cloro se evapore.

Hay que tener precaución (que no miedo) al usar la sosa cáustica ya que puede quemar y es una quemadura bastante seria. A los que no la hayan visto, recomiendo la película "El Club de la Lucha" que es buenísima y además se ve una quemadura de sosa y hablan de como hacer jabón. Precauciones que conviene tener al usar sosa cáustica:
  • no comprar sosa en polvo - el polvo puede volar y ser respirado. Hay sosa en bolitas o escamas.
  • tener vinagre a mano - el vinagre es ácido y neutraliza la sosa.
  • tener todos los utensilios que se van a usar con la sosa secos - si la sosa no se disuelve no es tan preocupante.
  • que no halla ni gente (ni perros ni nada) corriendo, ni corrientes de aire.
En el botella ponemos el agua, el aceite de oliva y lo ponemos en el fregadero. Ahora se le echa la sosa cáustica. Al mezclar el agua con sosa se desprende humos tóxicos y calor. Yo suelo echar la sosa al agua, con la ventana abierta (pero sin corrientes) y dejarlo un rato. Además, si algo sale mal está en el fregadero, por lo que el estropicio es menor...

Luego se tapa la botella y se agita y mezcla bien hasta que este todo disuelto. Ahora se abre y se deja en un sitio sin que nadie lo toque y se agita dos veces al día (se cierra la botella al agitar...). Debería parecerse a esto (yo hago 4 litros, por lo que mi botella es mas grande en la foto, pero el principio es el mismo):



Se ve el jabón flotando y algo mas liquido debajo. Con el tiempo la zona de jabón se hará mas grande.


Hasta que todo sea jabón. Cuando todo sea jabón, lo que tardara hasta un mes, dependiendo de la temperatura, ya estamos listos. Si ahora tenéis un gel de consistencia que parece gel, estupendo, echarle algunas gotas de aceite esencial de vuestra elección y ya estáis. Si, como a mi, os sale un jabón muy espeso, tanto, que parece solido, no os preocupeis ahora vemos como se arregla.

Para arreglar el gel nos hace falta una batidora, algún recipiente y más agua.

El gel solido casi, la batidora, aceites esenciales y el recipiente.

Estrujando la botella echamos en el recipiente algo del gel solido (esto puede ser muy difícil, depende de lo solido que nos haya quedado el gel original. A veces he tenido que echar agua en la botella y agitarla o remover con una cuchara de madera. A veces he roto la cuchara de madera... Al final, con algo de esfuerzo, algo sale) echamos más agua y lo batimos. Comprobamos que la consistencia es de gel normal y si no echamos más agua. A mi me suele hacer falta la misma cantidad de agua que de gel solido.




Echamos algunas gotas de un aceite esencial y llenamos una botella de gel vacía con un embudo.


El resto del gel solido se guarda y repetimos este proceso otro día. En el baño hay que acordarse de agitar antes de usar.

Las esencias esenciales son para que el gel huela bien, de por si tiene un olor muy neutro y mejor con algo de olor interesante. A mí me gusta la lavanda, que dicen que es relajante, o la menta, que al usarlo da sensación de limpieza, estimulante y es muy agradable, pero usar la que mas os guste.

Advertencia por si hay gente delicada. Antes de usar en todo el cuerpo, usar un poco para lavaros las manos y esperar al día siguiente a ver. Nunca me han dicho de nadie que le halla pasado nada al usarlo (es más, creo que con este gel tendréis menos problemas de piel que usando uno con un montón de ingredientes químicos) pero nunca se sabe si hay gente que pueda ser alérgica o que se yo.

Monday 25 April 2011

Cerveza de Ortigas

"¿Que estas haciendo que?", me pregunta la gente con mezcla de incredulidad y espanto.
"Cerveza de ortigas", les repito
"¡Pero hombre! ¿Como haces esas cosas?", aun espantados.
"¿Entonces no quieres que te de una?"
"Ah, sí, sí claro que quiero."
Conversaciones de este tipo he tenido muchas últimamente, desde que me ha dado por investigar en hacer cerveza casera. Yo ya había hecho cerveza de un kit, (un par de latas con extracto de cebaba con el lúpulo y todo lo demás y un sobrecito de levadura) pero nunca había hecho cerveza de una planta silvestre, ni sin kit.

Todo empezó cunado me compré el libro, "Una vida más ecológica. Antología para la vida rural de hoy" que me recordó al de John Seymour de autosuficiencia, aunque este último es más completo. (Hablando de todo un poco, el libro no está mal aunque sufre un poco por una traducción algo regular. Si ya tenéis el de John Seymour, este es recomendable, y tiene fotos muy buenas). En el libro vienen varias recetas para hacer bebidas alcohólicas, y entre ellas me llamó la atención la de cerveza de ortigas. La receta además es casi idéntica a la receta que encontré en el de John Seymour, por lo que debe ser buena.

La receta es la siguiente:
1kg de puntas de ortigas
25gramos de Crémor Tártaro
2 limones (el zumo y la piel)
500gr de azúcar moreno
4.5l de agua
1 sobre de levadura de panadería

Recogemos las puntas de las ortigas, es decir la parte de arriba de la planta (cuatro o seis hojas), que es la más tierna. El resto de la planta es muy fibrosa y dura y no se usa. Para recoger ortigas los guantes son imprescindibles. Y guantes buenos. No uséis de esos de látex de cirujano de usar y tirar, ya que sé por experiencia (de cuando usaba guantes de estos, ya hace tiempo que no uso guantes de este tipo) que los pinchos de las ortigas atraviesan estos guantes. Estuve dos días sin ninguna sensación en los dedos de la mano derecha. Ahora he aprendido y uso guantes gordos de jardinero o los de lavar platos de toda la vida.


Ortigas, con el equipo necesario.

Pues eso, recogemos las ortigas con guantes y una tijera. Conviene avisar también que un kilo de ortigas son muchas ortigas, unas dos bolsas llenas. Encontrar el crémor tártaro es otro problema. Se puede pedir en una farmacia y te lo pueden traer en botes de 250gr, pero no se encuentra en el super, como en otros países que lo usan para repostería. Además es la primera vez que hago cerveza de ortigas, ¿y si no me gusta?, ¿que hago el resto del crémor tártaro? Al parecer, (según alguien de internet, por lo que tiene que ser verdad) los sobrecitos esos para hacer gaseosa, pues uno de ellos es bicarbonato y el otro crémor tártaro. Creo que el que compré yo era ácido cítrico, pero lo intente con eso.

Todo el material para hacer cerveza tiene que estar escrupulosamente limpio. Aclarar todo con agua hirviendo para esterilizarlo.

Se lavan las ortigas, y se hierven 15min con el agua. Tuve que hacerlo en dos veces ya que era mucho volumen. El zumo y la piel de los limones, el crémor tártaro (o la alternativa) y el azúcar se ponen en un recipiente con capacidad de 5 litros por lo menos. Yo usé un cubo de fermentación demasiado grande (lo uso para hacer cerveza con el kit, tiene capacidad de 23litros) pero se puede usar un cubo normal limpio o un bol grande cerámico. Se filtra el agua hervida de las ortigas en el recipiente, y se espera a que enfríe. La temepratura ideal es de 21º, pero basta con que no queme al tocarlo y que este a temperatura mas o menos ambiente. Mientras se espera se tapa, o con la tapa del recipiente, o con un trapo que se ata con una cuerda para que no se caiga dentro. Cuando este enfriado se echa un sobre de levadura de panadería, se mezcla y se deja fermentar tres días en un sitio calentito.

Fermentado la cerveza.
A los tres días se cuela y se pone en botella estériles (hervirlas, o ponerlas en el lavaplatos sin nada más). Si tenéis un aparato para poner chapas en botellas usar eso, sino hervir un corcho y ponerlo en la botella. Ahora se espera una semana y ya esta.

Cerveza de ortigas embotellada.

La primera la abrí ayer. No se que me esperaba, algo con poco gas, sin espuma, de color verde o una cosa mas rara. En vez de eso al servir la cerveza esto es lo que vi:

Cerveza de Ortigas.

La verdad es que tiene buena pinta, parece cerveza de trigo. Cuando la probé lo primero es un sabor a limón bastante fuerte. No se si es porque mis limones eran pequeños y decidí usar tres y me pasé, pero mucho limón. No es cerveza normal pero cuando se bebe se nota que es cerveza, una cerveza poco usual, pero cerveza, refrescante y agradable de beber. Eso sí mucho limón y algo ácida. ¿Algun efecto secundario? Me bebí la pinta de cerveza durante la cena. Al acabar la cenas empezó una película y, muy extraño en mi, tuve que ir al baño tres veces. No se si la ortiga tiene efecto diurético o si es que tiene mucho alcohol pero ahí esta.

Para mejorar la cerveza lo que voy a hacer es usar menos limón, y ahora que sé que esta rica, voy a pedir el crémor tártaro en la farmacia que espero que quede menos ácida.

Y lo que también voy a hacer (y esto es lo más importante) es beberme el resto de la cerveza. A lo mejor hasta le guardo alguna a los que me la pidieron.

Advertencia por si acaso: Tened cuidado al comer alimentos silvestres. No solo hay que estar seguro de lo que se recoge, también hay que tener cuidado de como nos va a sentar. Si hacéis la receta, beber un poco solo de cerveza y esperar a ver como os sienta, que puede que haya gente delicada por ahí

Tuesday 19 April 2011

Trabajando en la huerta

El fin de semana pasado, por fin, planté semillas para la huerta. Plante en bandejas de esas con muchas celdas, alveoladas creo que se llaman, pimientos, calabacines, puerros y berenjenas. También plante en una maceta mas grande rucola (me encanta la rucola) y en la huerta un par de plantas de fresas que compre de un vivero.


Bandejas alveoladas.
No he plantado tantas semillas como plantas me gustaría tener, la idea es que en un semana (más o menos, luego me olvidaré y serán dos semanas) plantaré otras tantas y así no tendré diez plantas de pimientos todas dando fruta madura a la vez.

Además, he aprovechado para esparcir algo de compost por la huerta entre lo poco que tengo plantado y también para preparar la tierra para cuando germinen las semillas. Lo primero, quité las tablas de la parte delantera de la compostera.

Compostera sin tablas de delante. Se ven las distintas capa del compost.

La foto de la compostera me recordó a la de algún libro, donde se ven las distintas capas del compost: fresco en la parte de arriba y más descompuesto en la parte de abajo. Quité la parte de arriba y el resto lo esparcí entre las coles y en las partes vacías de la huerta.


Esparciendo el compost entre coles y brocolis.
Esparciendo el compost me he dado cuenta que había muchos trozos sin descomponer, ramas gordas y otros materiales que tardan mas en descomponerse. Para la siguiente vez que vaya  a esparcir el compost, me haré un tamizador. Este serán cuatro tablas a modo de marco y dentro una tela metálica. Este tamizador lo apoyare contra un árbol, echaré el compost encima y así separare los trozos que todavía no están listos para esparcir al campo. Lo que hice el otro día es quitar los más gordos a mano y al rato acabé tan harto de recoger trozos que al final lo esparcí todo sin quitar, con ramas gordas y todo. No queda tan bonito pero la huerta está para darme de comer, y no de decoración.

Thursday 14 April 2011

Germinando

Hacer germinados en casa es algo muy sencillo y cuando se comparan los precios de las semillas y los germinados, hacerlos en casa parece una autentica inversión. Es como las palomitas en los cines. Las semillas se compran por peso (y salen bien de precio) pero las palomitas o los germinados se venden por volumen, y han aumentado tanto de volumen que sale muy rentable.

Los germinados son muy nutritivos, más que las semillas, y a mí, personalmente, me encantan en ensaladas, stirfrys y según el germinado en bocadillos.

Para hacerlos la forma más sencilla que he encontrado es la siguiente. Necesitaremos:

   Semillas para germinar
   Un frasco de cristal
   Un trapo/servilleta
   Un colador pequeño (no es necesario pero hace el proceso más cómodo)

Materiales para germinar

Las semillas a germinar es importante que no sean semillas compradas para plantar. Las semillas de plantar muchas veces están cubierta de fungicidas, pesticidas y otra sustancias poco deseables cuando uno se las va a comer y no a plantar. Cogemos el frasco y ponemos las semillas a germinar dentro. Usar solo una décima parte del frasco, ya que el volumen incrementa bastante. Lo primero es lavar las semillas (a saber donde han estado). Para esto lo más cómodo es usar el colador a modo de tapa para el frasco, ya que puedes llenar el frasco de agua, poner el colador y girar el frasco entero para vaciarlo de agua sin que se caiga nada.

Una vez limpias las semillas se ponen a remojo toda la noche, tapadas con un trapo.

Las semillas (soja y aduki) a remojo y sin trapo para la foto..
Al día siguiente estarán más hinchadas.


Las semillas, ya remojadas.

Ahora hay que escurrir toda el agua. La idea es dejar las semillas mojadas para que germinen pero no cubiertas de agua, que se pudrirían. Usar el colador como antes. Dejarlas tapadas con un trapo y al día siguiente lavarlas bien, agitando el frasco para que las semillas se muevan. Volver a escurrir como antes y dejarlas hasta que hayan germinado lo suficiente.


La soja (en la izquierda) ya germinada, a las aduki le faltan un día mas.

En la foto se puede ver la soja ya lista. Si comprais brotes de soja en la tienda son mas largos y amarillos pero los germinados hechos en casa no salen así. Los de la tienda están hechos a oscuras y además están a más presión de la atmosférica para que salgan así. Si dejamos que las semillas germinen durante más tiempo lo que lograremos es que empiecen a salir hojas verdes. Si son pequeñas me las he comido sin que halla sufrido problema aparente.

También se puede usar par hacer germinados un germinador comprado en una tienda. En este aparato se ponen las semillas una vez remojadas y la ventaja que tiene es que solo hay que echar algo de agua en la estantería superior ésta cae por todas las estanterías mojando las semillas y escurre al fondo. Es algo mas cómodo y puede que se ahorre algo de agua.


Germinador.
De cualquier manera están mucho mas ricos y mil veces más baratos que los de cualquier tienda.

Monday 11 April 2011

Escombros

El anterior dueño de la casa (supongo que fue él, ahora que lo pienso pudo ser el anterior, en fin tampoco importa tanto) decidió que lo mejor era que, justo al salir de la casa hacia el jardín, por la puerta principal, hubiera una gran expansión de hormigón. Además hormigón sin más, sin nada encima que quede bonito como alguna piedra, y sin ninguna textura como en los pavimentos de algunos garajes y sin pintar ni nada. Solo hormigón, sin más. Y una zona grande, más de 10 metros por 3.

Casi nada más mudarnos decidimos que esto no solo no podía ser sino que, además, no lo entendíamos. Una zona sin jardín no nos gusta, pero si de verdad quieres un zona sin jardín, por, que se yo, por no regar el césped, o por no embarrase o lo que sea, pon baldosas, como si fuera un patio, pero no hormigón si mas. Nos gusto tan poco que estuve buscando fotos para poner aquí y no tenia ninguna. Solo tengo esta, de una esquina, cuando ya empezamos a quitarlo.



Decidimos quitar el hormigón nosotros por varias razones. La primera (y tal vez más importante) fue por que nos pedían demasiado dinero por quitarlo. La segunda fue por que nos gusta hacernos las cosas nosotros mismos. He de admitir que hay cosas que no me atrevería hacer. Por ejemplo, casi cualquier cosa que tenga que ver con electricidad, o cualquier trabajo fino, poner una puerta por ejemplo, que si lo hiciera yo me quedaría descolgada por algún sitio, no cerraría bien, tendría corrientes por todas partes y acabaria cabreado con la puerta, que además no tendría la culpa.

Quitar el hormigón entraba en la categoría, no de trabajo fino, sino de trabajo más bien bruto. Solo se requería fuerza. Compramos un par de picos, un martillo pilón, unos guantes y una gafas de seguridad, y la verdad es que levantarlo fue bastante sencillo y curiosamente hipnótico. Era poner el pico en una esquina y levantar y enseguida se rompía. Si se rompía en trozos demasido grandes se rompían con el martillo.
Todo esto se ponían en montones y cuando ya estaba todo roto Alquilamos un contenedor y a llenarlo.

Uno de los montones de escombros.
Esta fue la parte mas difícil, el llenar los contenedores, por que además todo el escombro no cabía en uno. Lo hicimos a pulso con carretillas, y la carretilla no nos ha vuelto a hablar desde entonces. Descubrimos músculos en los lugares más insólitos que ni sabíamos que existían.

Uno de los contenedores, ya listo para recoger.

Al quitar el escombro descubrimos un par de cosas interesante. Un de ellas es un sapo que estaba viviendo entre el escombro, que, con mucho cuidado, puse en un montón de leña (ahora me estoy arrepintiendo de no haberlo puesto en la huerta, ya que los sapos son unos de los mejores aliados del huerto). Además, vimos que un ratón estaba usando el escombro de madriguera. Encontramos cascaras de bellotas, de almendras y algo que parecía un nido/cama que parecía tan agradable que nos dio hasta pena quitar el escombro. Luego saltó el ratón de debajo de una piedra y nos dio tal susto que nos pareció tan mal el quitar el escombro. (Además hay mil sitios donde se puede esconder, montones de leña, ramas, arbustos...).

Otra cosa que descubrimnos es lo que le gusta el metal a los chatarreros. De vez en cuando se oyen, y pasan por delante de la puerta. Por eso pusimos las barras de metal del hormigón  juntas en una esquina del contenedor para que se lo puedan llevar sin problemas.


Dejamos el metal así en dos o tres tandas y sin problemas. Lo curioso fue el otro día, comiendo en el jardín (ahora que hace bueno) y oigo que me llaman de fuera. Al acercarme a la puerta veo que era el chatarrero, preguntándome si tenia mas metal. Al contarle que no, que ya no me quedaba mas, que ahora solo me quedaba escombro, me puso un cara mezcla de incredulidad y de desilusión impresionante. Me dieron ganas de arrancarle alguna parte a mi coche para darsela.

Pero, por fin, este fin de semana pasado se acabó el escombro. ¡Ya no tenemos nada de hormigón! Estoy contento y feliz, ahora podemos empezar a pensar en que plantar, como ponerlo llano y cosas así, mas interesantes. Eso sí, todavia me duele todo...

Monday 4 April 2011

Compost en montón

Me encanta hacer compost. Ya he mencionado algo del como hacerlo en otra entrada, pero es que me encanta. Me encanta el que en vez de tirar algo a al basura, vaya a ser útil y me ahorrara dinero no tendré que comprar abono, y además me parece un proceso casi mágico. Llenas un contenedor de, lo que para muchos es basura y al cabo del tiempo en vez de basura podrida tienes un compost rico, oscuro, que huele a tierra del bosque y que además tiene un aspecto sanísimo y de fertilidad increíble. Creo que siempre me parecerá algo mágico.

Ahora tengo varias composteras, que uso para según que material. En esta foto podéis ver tres de las cuatro que tengo.

Composteras

Tengo otra compostera, que hice simplemente con un círculo de tela metálica y con dos palos dentro para que le diera algo de estabilidad. No tengo ninguna foto, ya que era feísima. Esto de por si no es un problema, la compostera, se supone, que es algo útil mas que algo decorativo. El problema es que aparte de feísima, la tela metálica era demasiado alta para los palos de sujeción y se cayó. Y además pesaba mucho así que no la podía levantar. También tenia demasiado material fibroso y largo así que no la podía vaciar para mezclar el compost. Vamos que no me gustaba nada ni tenia ningún punto a favor. Ni siquiera fue fácil de hacer porque el círculo lo tuve que atar con alambre que fue un rollo de atar. A pesar de todo esto ahí seguía en una esquina del huerto, desde que se cayó.

Este fin de semana me dije que ya estaba bien y decidí hacer algo al respecto. Lo que decidí fue hacerle caso a Mariano Bueno que en su libro "Como hacer un buen Compost" habla mucho del compostaje en montón. Mi plan era transformar la compostera tan fea y que no era útil en un montón de compost. Para mi sorpresa al hacer una primera capa vi que tendría más sitio y decidí usar algo del material de las otras composteras que ya estaban casi llenas, y así hacia sitio.

El montón lo hice siguiendo las recomendaciones del libro de Mariano Bueno. Una primera capa de material fibroso y largo, en mi caso eran las plantas de tomateras que quité en noviembre y que todavía estaban casi enteras en la otra compostera. Luego capas de otros materiales, usé sobras de cocina, estiércol de conejo, y material de la compostera vieja. Regué cada dos o tres capas con agua recolectada de la lluvia con mi super sistema, y al final lo cubrí todo con una capa de tierra. El resultado era algo parecido a esto:





Mucho mas bonito que un montón de tela metálica tirado y además ha cabido mucho más material y fácil de hacer. Ahora hay que tener paciencia y dejarlo ahí hasta que este listo. En unos 9 meses lo mezclaré a ver que tal va, pero si sale bien, la verdad es que creo que haré compostaje en montón otras veces.